¡Oh! Dueño de mis pasiones: tienes de mujer
el rostro que la naturaleza hubo pintado,
y un tierno corazón que no entiende de mudanzas
como es propio en la falsa moda de las mujeres.
Ojos más brillantes y sinceros que los de ellas,
que cubren de oro si posan su atenta mirada.
Hombre de variados y matizados registros,
que roba la mirada de hombres y mujeres,
inicialmente, como mujer fuiste creado,
mas al crearte, de ti se enamora tu autora;
y ese añadido hecho, me privará de ti,
aunque resulte irrelevante para amar.
Si te dio pene para placer de las mujeres,
mío será tu amor y de ellas el disfrute.
William Shakespeare
[1] Tomado de: http://leopoldest.blogspot.mx/2011/12/soneto-n-20-william-shakespeare.html