22 de abril de 2022
- La Alta Comisionada sostiene que las fuerzas rusas y ucranianas han ignorado por completo el derecho internacional durante la guerra en Ucrania. La misión de monitoreo para ese país ha documentado más de 2340 muertes de civiles, la mayoría en territorio controlado por el gobierno. Bachelet llama a la rendición de cuentas.
“Nuestro trabajo ha detallado una historia de horror de violaciones perpetradas contra civiles. Esta guerra sin sentido debe terminar. Pero en vista de que los combates no dan señales de disminuir, es vital que todas las partes del conflicto instruyan claramente a sus combatientes para que respeten a cabalidad el derecho internacional humanitario y las leyes internacionales de derechos humanos”, subrayó este viernes la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
En un comunicado, Michelle Bachelet afirmó que la conflagración ha generado una crisis humanitaria y de las garantías fundamentales en Ucrania y más allá de este país.
“Durante estas ocho semanas, el derecho internacional humanitario no solo ha sido ignorado sino aparentemente dejado de lado”, apuntó.
Bachelet denunció los bombardeos de zonas pobladas e infraestructura civil por las fuerzas rusas y advirtió que podrían constituir crímenes de guerra.
Informó que la Misión de Monitoreo de los Derechos Humanos en Ucrania también ha documentado “lo que parece ser el uso de armas con efectos indiscriminados, que causan bajas civiles y daños a bienes civiles, por las fuerzas armadas ucranianas en el este del país”.
Miles de civiles muertos
La Misión también ha verificado 2345 muertes de civiles y más de 2900 heridos. El 92,3% de estas bajas ocurrió en territorio controlado por el gobierno, mientras que el 7,7% se registró en las regiones de Donetsk y Luhansk, bajo el control de las fuerzas rusas y grupos armados afiliados.
La titular de la Oficina de Derechos Humanos advirtió, no obstante, que las cifras reales serán mucho más altas.
Reportó también que se ha empezado a revelar la escala de las ejecuciones sumarias de civiles en áreas que fueron controladas por las fuerzas rusas e instó a que se garantice la preservación de pruebas, el trato digno de los restos mortales y la asistencia psicológica y de otro tipo a las víctimas y sus familiares.
Con respecto a una visita de su Oficina a Bucha, el 9 de abril, indicó que la ONU documentó el asesinato de unos 50 civiles. Algunos de esos crímenes fueron ejecuciones sumarias, detalló.
Además, señaló que la Misión ha recibido más de 300 denuncias de asesinatos de civiles en ciudades de las regiones de Kyiv, Chernihiv, Kharkiv y Sumy, todas bajo el control de las fuerzas armadas rusas a finales de febrero y principios de marzo.
En este sentido, recordó que los asesinatos deliberados y las ejecuciones sumarias son crímenes de guerra.
Por otra parte, refirió que han aumentado las denuncias de violencia sexual por miembros de las fuerzas rusas y agregó que su Oficina se encuentra investigando esos casos, aunque aclaró que las víctimas podrían tener temor de hablar.
Consecuencias en el derecho a la salud
Bachelet destacó asimismo las consecuencias de la guerra en el ejercicio de una gama de derechos humanos, entre ellos el derecho a la salud debido a los ataques a instalaciones médicas.
“Estimamos que al menos 3000 civiles han muerto porque no pudieron recibir atención médica”, abundó, resaltando también el estrés producido por las hostilidades y el hecho de que las fuerzas rusas hayan obligado a las familias a permanecer encerrados o en sótanos durante días o semanas.
La Alta Comisionada agregó que los datos de la Misión marcan la detención por las fuerzas rusas de 155 funcionarios locales, periodistas y activistas, entre otros civiles; así como las presuntas detenciones arbitrarias y en régimen de incomunicación por parte de las fuerzas ucranianas o sus adeptos.
Rendición de cuentas
Frente a todos estos abusos, Bachelet conminó a las fuerzas de Rusia y de Ucrania a distinguir entre los objetivos civiles y militares.
“Esto significa no atacar ni matar deliberadamente a civiles. Significa no cometer violencia sexual. Las personas, incluidos los prisioneros de guerra, no deben ser torturadas. Los civiles, los presos y otras personas fuera de combate deben ser tratados con humanidad”, enfatizó, citando los informes de atropellos cometidos por todas las partes.
Finalmente, la Alta Comisionada llamó a la rendición de cuentas.
“Insto a las partes en conflicto a investigar todas las violaciones del derecho internacional de los derechos humanos y del derecho internacional humanitario presuntamente cometidas por sus nacionales, fuerzas armadas y grupos armados afiliados, de conformidad con sus obligaciones en virtud del derecho internacional”, concluyó.
Fuente:
https://news.un.org/es/story/2022/04/1507562
(25/04/22)