Formulario

Juan José Millás

Estuve en Nueva York, adonde llegué tras relle­nar, a falta de visado, un formulario verde en el que, entre otras cosas, se me preguntaba si padecía alguna enfermedad contagiosa, alguna deficiencia física o mental, o si había sido arrestado o condenado por dos o más in­fracciones cuya sentencia total de reclusión fuera igual o superior a cinco años. También tenían interés en saber si pretendía entrar en Estados Unidos para realizar activi­dades criminales o inmorales. Respondí que no a todo ello, lo mismo que a la pregunta sobré si había estado implicado en actos de espionaje o sabotaje, actividades terroristas o genocidios.

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Soneto octosílabo

Tuve un amigo canijo
que leyó en un libro viejo
aquel antiguo consejo
y lo siguió muy prolijo.

En su propósito fijo,
pensó como buen pendejo:
“seré feliz porque dejo
un libro, un árbol y un hijo”.

Pero le salió mal todo
pues por irónico modo
logró al fin de su jornada:

un libro muy aburrido,
un árbol seco y torcido
y un hijo de la chingada.

Francisco (Pancho) Liguori