Nadie objeta —¿quién podría hacerlo razonablemente?— el uso terapéutico de la mariguana. El cannabidiol ha dado magníficos y sorprendentes resultados en el tratamiento del síndrome de Lennox-Gastaut.
La niña Graciela Elizalde padecía numerosas convulsiones epilépticas diariamente y su mejoría ha sido asombrosa desde que se le suministran medicamentos elaborados con base en el cannabidiol, sustancia química no sicoactiva de la cannabis, planta de la que se obtiene la mariguana. Otros han encontrado en ésta remedio para aliviar el dolor, conciliar el sueño, abrir el apetito o disminuir el estrés. También ha funcionado como analgésico, antiemético, broncodilatador o antiinflamatorio. Las objeciones se presentan respecto del uso lúdico o recreativo. ¿Son atendibles? Sigue leyendo