Consideren que el trabajo es indudablemente un medio legítimo para la realización personal, pero véanlo también como una obligación, como un servicio que estamos obligados a dar a la sociedad. Usen sus conocimientos para hacer el bien y algunos de ellos que sean en forma gratuita para quienes más lo necesitan y son de recursos económicos escasos[1].
[1] Palabras pronunciadas ante la XXIV generación de licenciados en derecho de la Universidad de Baja California”, Tijuana, B.C., el 31 de enero de 1992. Tomado de:
https://www.redalyc.org/pdf/427/42725646016.pdf
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