Una boda falsa
El portal electrónico del diario El País reporta el caso de David Vargas, un cura de 46 años que fue llevado a juicio en España por haber oficiado una dudosa ceremonia matrimonial. Los hechos habrían ocurrido el 1º de julio de 2008, cuando el sacerdote casó a Leonor, feligresa de su parroquia, con quien fuera su pareja en los últimos años, Ángel. La pareja tenía más de 80 años y, según afirmó David, tenía la intención de contraer nupcias y dejar de “vivir en pecado”.
Sin embargo, la fiscalía sostiene que la boda nunca se celebró, sino que fue un montaje planeado por Leonor y el cura tras la muerte de Ángel, en noviembre de 2008, cuatro meses después de la supuesta boda. El objetivo de ambos, asegura la fiscal, era conseguir la herencia que Ángel dejó a sus sobrinos. Leonor murió en 2018, por lo que las acusaciones pesan sobre el cura y la hija de la difunta. Entre las principales pruebas en su contra está la falsificación de la firma de Ángel en el acta matrimonial, además de otros testimonios e indicios que confirman la sospecha de la autoridad, como el hecho de que no hubiera recuerdos ni fotografías de la celebración, o el que en el certificado de defunción de Ángel constara el estado civil de “soltero”.
Pero esto es sólo el último escándalo en que está involucrado el cura Vargas, quien en 2019 fue detenido por cometer una estafa millonaria en contra de unas ancianas, causa por la que llegó a estar en prisión y aún permanece investigado. Como este caso deja ver, la ambición y el afán de lucro son defectos de carácter que, al salirse de control, pueden llevar al más santo de los varones a cometer delitos y alejarse de su vocación religiosa.
Escrito con información de:
https://elpais.com/espana/catalunya/2021-01-28/la-boda-fake-que-valia-una-herencia.html
(4/12/21)