Comunicado de prensa
De acuerdo con el Estudio sobre Conflictos Armados 2015, México ocupa el tercer lugar mundial, sólo superado por Siria e Irak, en el número de decesos ocurridos por conflictos armados durante 2014.
En su primera edición, el Estudio sobre Conflictos Armados ha sido realizado por el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos[1] utilizando una base de datos con información de todo el año que comprende los conflictos armados en todo el mundo, con un enfoque especial en las implicaciones para la seguridad humana.
La base de datos sobre conflictos armados es utilizada como una herramienta de investigación por gobiernos, fuerzas armadas, medios de comunicación, instituciones académicas y organizaciones internacionales, incluido el Banco Mundial, que utilizan la base de datos como ayuda para determinar si el estado de conflicto armado existe formalmente dentro de un país determinado.
El Estudio sobre Conflictos Armados provee información detallada de 42 conflictos armados alrededor del mundo —guerras civiles, insurgencias y otras formas de agitaciones violentas— desde una perspectiva militar, política y humanitaria, ilustrada con mapas, tablas y gráficos. Incluye el Gráfico de Conflicto 2015, el cual desde ahora será incluido dentro del estudio en lugar de, cómo sucedía en el pasado, El Balance Militar, el cual este año tiene como leitmotif el tema de la población desplazada.
El carácter cambiante de los conflictos
Si atendemos al gráfico de Conflictos, observamos una franja a través del centro del globo, que va desde América Central a través del Norte, Centro y Este de África, el Levante y la Península Arábiga y el sur de Asia, que se ve afectada por diferentes formas de conflicto armado. Esto no debería tal vez de sorprendernos: son áreas pobladas —y el conflicto ocurre donde está la gente— pero además fundamentalmente se caracterizan por los bajos niveles de desarrollo económico y debilidad de las instituciones de gobierno. Los dirigentes de los conflictos son una mezcla compleja de lo local, nacional y transnacional. La ideología juega un papel importante, pero también lo hace la delincuencia organizada, ya sea como causa o como un importante subproducto del conflicto. Y mientras que los dirigentes de la mayoría de los conflictos analizados son internos, algunos cumplen su función en una más amplia contención regional geopolítica. Y ahora, con la crisis en Ucrania, la amenaza de conflicto Estado-contra-Estado está resurgiendo.
Quizá el gráfico más revelador en todo el Estudio sobre Conflictos Armados es el que muestra que en 2008 había 63 conflictos armados en el que causaron un total de 56.000 víctimas mortales, mientras que en 2014 sólo había 42 conflictos armados pero que produjeron un total de 180.000 víctimas mortales. El número de conflictos armados en todo el mundo se ha ido reduciendo progresivamente desde que se puso en marcha la base de datos de los conflictos armados y esto es, obviamente, algo de celebrarse. Pero la disminución en el número de conflictos ha sido más que compensada por un aumento inexorable en la intensidad de la violencia asociada con ellos. Y por supuesto el impacto del conflicto no puede simplemente ser juzgado por el número de muertes y lesiones a las que da lugar. Los conflictos están generando niveles cada vez más altos de refugiados y desplazados internos, lo que llevó a la Alta Comisionada de la ONU para los Refugiados a señalar que el 2013 fue el primer año desde el final de la Segunda Guerra Mundial en que el número total de personas desplazadas había superado los 50 millones. Es la población civil la que sigue pagando el precio de los conflictos tanto en términos de desplazados de corto plazo como también con respecto a los impactos de largo plazo resultantes del colapso de los servicios públicos, en particular la educación, el cuidado de la salud y las oportunidades de desarrollo económico, destruyéndose con ello las perspectivas de las generaciones futuras. El Banco Mundial ha estimado que 1.5 millones de personas, aproximadamente una quinta parte de la humanidad, se ven afectados por algún tipo de violencia o inseguridad.
El Estudio sobre Conflictos Armados 2015 hace un desglose pormenorizado por regiones del mundo, así como un análisis sobre los temas de la evolución del yihadismo global, el crimen y el conflicto, previniendo los desplazados en conflictos armados, operativos de paz y responsabilidad de protección.
En cuanto a la región de América Latina, el Estudio señala que Honduras, Guatemala y El Salvador sufrieron niveles significativos de violencia por parte de bandas criminales involucradas en el tráfico de narcóticos. Los niveles de homicidios se redujeron ligeramente en Honduras y Guatemala durante 2014 ya que los respectivos gobiernos introdujeron nuevas respuestas de seguridad con un componente militar mejorado. Pero en El Salvador una tregua entre las principales bandas criminales, Mara Salvatrucha y Barrio 18, que habían contribuido a una marcada disminución de la violencia, se derrumbó. Ante la inestabilidad permanente, un número creciente de familias en los tres estados expulsaron a menores no acompañados a los Estados Unidos; unos 70,000 de ellos fueron detenidos en la frontera sur de Estados Unidos con México.
En Colombia, las conversaciones de paz con el principal grupo insurgente de las FARC continuaron con el anuncio de éstas de un unilateral cese al fuego, medida no correspondida por el gobierno colombiano. A pesar de que hubo un alto al fuego, la violencia insurgente continuó, principalmente en forma de ataques a oleoductos y torres de electricidad.
México continuó sufriendo altos niveles de violencia por parte de bandas criminales asociadas con el narcotráfico. En septiembre de 2014, tras el asesinato de 43 estudiantes en Iguala, 1,800 policías municipales de México, muchos de los cuales habían sido corrompidos por las bandas de narcotraficantes, fueron acuartelados y su personal integrado en una fuerza nacional. La gendarmería nacional, originalmente planeada en su inicio para componerse de 40,000 efectivos, inició sus operaciones sólo con 5,000 elementos. Con todo, el estado mexicano sigue dependiendo en gran medida de sus fuerzas armadas para hacer frente a las bandas criminales. La violencia en México sigue estando distribuida de forma desigual con casi el 70% de la violencia concentrada en diez estados situados a lo largo de las principales rutas de tráfico de drogas a los Estados Unidos.
Conclusión
El panorama para 2014 es mixto. Algunos conflictos difíciles de controlar —Colombia, Filipinas— parecían estar en vías de resolución. En otros casos, en particular el de Afganistán, tenía señales esperanzadoras de mejora aun cuando los niveles de violencia continuaron sin cesar. Pero amplios sectores del mundo árabe fueron afectados por la violencia y la inestabilidad crónica con el fenómeno del yihadismo proveyendo un poderoso acelerador y con pocas perspectivas de solución. Las respuestas humanitarias en los conflictos fueron en su mayoría eficaces, sin embargo, lo restringido de los recursos así como las limitaciones de acceso y el acoso por parte de algunos regímenes tuvieron un impacto adverso. Los operativos para mantener la paz fueron fundamentalmente eficaces, con signos alentadores en algunas regiones, en particular en África subsahariana, en donde las potencias regionales estuvieron más dispuestas y capaces para ejercer una influencia decisiva.
Fuente (260515):
[1] El Instituto Internacional de Estudios Estratégicos es una organización no gubernamental fundada en el Reino Unido en 1958, con sede en Londres, cuyos objetivos principales son la disuasión nuclear y el control de armas. Se dedica a la investigación, consultoría y promoción de políticas sólidas para promover la paz, la seguridad mundial y las relaciones internacionales civilizadas. Algunas de sus actividades más reconocidas son sus estudios sobre balance militar de las fuerzas armadas y el ‘Diálogo de Shangri-La’ sobre seguridad que se celebra anualmente desde 2002.