Enrique Rojas[2]
Es difícil, tras estudiar el tema de la voluntad desde perspectivas tan diversas, intentar concretar para ofrecer unas pautas específicas que no sean simples recetas de cocina, pues al atravesar la frontera entre la teoría y la práctica, entre las ideas y su aplicación, hay un trecho difícil de salvar. No obstante, voy a tratar de esquematizarlas.
1. La voluntad necesita un aprendizaje gradual, que se consigue con la repetición de actos en donde uno se vence, lucha y cae, y vuelve a empezar. A esto se llama en psicología hábito. Dicho en otros términos: hay que adquirir hábitos positivos mediante la repetición de conductas, de forma deportiva y alegre, que van inclinando la balanza hacia comportamientos mejores, más maduros y que, a la larga, se agradecerán, pero que, en las primeras etapas, cuestan mucho trabajo, puesto que la voluntad está aún en Sigue leyendo