Roxana Kreimer
Más de cincuenta estudiosvii señalan que la violencia es más común en sociedades en las que hay mayor inequidad, es decir, allí donde hay mayor desigualdad de ingresos y, por tanto, de posibilidades de desarrollo social. Desigualdad y desventajas comparativas resultan clave para entender el concepto de inequidad. En los estudios señalados la llamada “inseguridad” correlaciona mucho más con la inequidad que con la pobreza, el desempleo, el PBI per cápita, el consumo de energía per cápita y la participación en los niveles medios de la educación. También en la Argentina los estudios de Pompei (1999)viii y Cerro y Meloni (1999)ix atribuyen un peso explicativo mayor al aumento de la desigualdad en la distribución del ingreso. Los dos últimos sostienen que un incremento del 10 por ciento en la desigualdad estaría asociado a un aumento del 3 por ciento en la tasa de criminalidad.
El primer estudio fue realizado por tres economistas para el Banco Mundial en base a las tasas mundiales de delito suministradas por las Naciones Unidas. Abarca el seguimiento de 39 países entre 1965 y 1995 y otros 37 países entre 1970 y 1994, entre otros, Estados Unidos, países de Europa del este, de África, Latinoamérica y el Caribe. El estudio está disponible en internet (en inglés).x