Dos Juristas con extraordinaria calidad humana y los derechos humanos en México
Jorge Carpizo y Héctor Fix Zamudio fueron dos grandes juristas y defensores indeclinables de los derechos humanos. Pertenecen a esa pléyade de ilustres hombres de Estado que con su conocimiento, compromiso, vocación y honestidad intelectual y profesional sirvieron a México y a su Universidad Nacional.
A guisa de ejemplo basta mencionar que el surgimiento de la Institución Nacional de Protección de los Derechos Humanos en el país fue producto del trabajo intelectual de tan queridos maestros. Jorge Carpizo, con la sencillez que lo caracterizaba, destacó la importante labor académica que desarrolló Héctor Fix Zamudio al escribir numerosos estudios, ensayos y artículos, así como dictar innumerables conferencias sobre la figura del Ombudsman -hoy Ombudsperson– de origen escandinavo que fueron sembrando la semilla de su implementación en México. Por su parte, Carpizo tuvo la visión de proponer la creación de una instancia que promoviera y defendiera los derechos humanos de las personas,[1] de la cual, a la postre, sería su primer presidente.
Hoy recordamos a Jorge Carpizo en el aniversario de su lamentable fallecimiento hace nueve años (30 de marzo de 2012), quien señaló -en una carta previa a su deceso- que la mejor forma de recordarlo era difundiendo su pensamiento. En consecuencia, quienes lo conocimos y tratamos tenemos un compromiso ineludible de continuar difundiendo sus ideas y aportaciones, así como contribuir a un México más libre, más justo, en donde los valores, los principios universitarios, el respeto irrestricto al Estado de Derecho, a los ámbitos de competencia de los poderes constituidos y de los órganos constitucionales autónomos y a los derechos humanos, sirvan de plataforma común -a las personas servidoras públicas y sociedad en general- para erradicar la violencia, particularmente la violencia de género, la intolerancia, los discursos que generan encono y polarizan, así como la falta de solidaridad y compromiso social.
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