A punto de cerrar esta edición, hemos visto, atónitos, escenas de las vejaciones a profesoras y profesores en plena vía pública de Comitán, Chiapas, por justicieros que así los castigaron por no respaldar su movimiento. Tales escenas hacen recordar el trato a los disidentes y a los indeseables en la Italia fascista de Mussolini y en la China comunista de Mao.
Exigimos a las autoridades competentes que cumplan con su deber de sancionar tales actos de barbarie y evitar que se repitan.