Por Mario Alberto Naranjo Ricoy
El mes de septiembre trae señalados un conjunto de efemérides que permiten dar cuenta de varios temas trascendentales en materia de derechos humanos, como son: el acceso de todas y todos a sistemas de lecto-escritura y cálculo como condición indispensable para ejercer plenamente sus derechos (8 de septiembre. Día Internacional de la Alfabetización); el establecimiento, preservación y consolidación de sistemas políticos democráticos que hagan viable el ejercicio ciudadano de las prerrogativas fundamentales (15 de septiembre. Día Internacional de la Democracia); el fomento de la resolución pacífica de los conflictos y el cese del militarismo y el armamentismo a nivel global (21 de septiembre. Día Internacional de la Paz); la promoción de los derechos de las personas sordas y su inclusión plena a través del reconocimiento de las lenguas de señas (23 de septiembre. Día Internacional de las Lenguas de Señas); finalmente, el derecho ciudadano de tener acceso a la información indispensable sobre los asuntos públicos, así como la obligación de gobiernos y autoridades de transparentar sus procesos de tomas de decisiones (28 de septiembre. Día Internacional del Derecho a Acceso a la Información).
8 de septiembre. Día Internacional de la Alfabetización
Esta jornada fue establecida por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) en 1966 a fin de destacar el papel que desempeña la alfabetización en el desarrollo de las personas, las comunidades y las naciones, ya que es fundamental para lograr que todas y todos accedan a una educación de calidad que permita tanto el empoderamiento individual como el colectivo, así como el desarrollo económico, social y cultural.
La alfabetización va más allá de aprender a leer y escribir. También implica la capacidad de comprender, analizar y comunicarse eficazmente en diferentes contextos. Su contrario, el analfabetismo, implica serias limitaciones para las personas en cuanto a sus oportunidades educativas, laborales y de participación ciudadana, lo que a su vez incide en la persistencia de la desigualdad y la pobreza.
En 2020, la UNESCO estimó que en el mundo había un total de 763 millones de jóvenes mayores de 15 años y adultos mayores que carecían de las habilidades básicas de lectoescritura y cálculo. Adicionalmente y como parte de los efectos negativos de la pandemia de COVID-19, se estima que, en países de bajos y medios ingresos, la proporción de niños de diez años que tienen dificultades serias para leer un texto sencillo ha aumentado de 57% en 2019 a 70% en 2022.[1] Si a estos retrocesos y desafíos se añade lo concerniente a la llamada “alfabetización digital”, es de rigor concluir que las tareas a futuro son arduas y urgentes. No hay tiempo que perder si en verdad se quiere cumplir con el objetivo 4.6 sobre alfabetización y cálculo para jóvenes y adultos de la Agenda 2030.
15 de septiembre. Día Internacional de la Democracia
Desde que Pericles exaltara a la democracia ateniense en su célebre discurso fúnebre, destacando sus valores y prácticas, mucha tinta ha corrido al reflexionar acerca de esta forma de gobierno, ya sea para precisar su significado, afirmar sus cualidades e insistir en su pertinencia, ya sea para debatir y contrastar las modalidades que ha adoptado, o bien, para subrayar sus contradicciones, problemas y limitaciones, así como para alertar sobre sus desafíos y peligros; tampoco han faltado los ataques ni las diatribas enderezadas en su contra.
Sin embargo, en la actualidad hay un consenso amplio que considera a la democracia como el sistema político que, si bien es perfectible, es deseable dado que sus características permiten la construcción de sociedades más justas, observantes de los derechos humanos, reguladoras de sus propias desigualdades y resilientes ante las crisis que se les presentan.
Entre las cualidades de las sociedades y los gobiernos democráticos pueden destacarse las siguientes: a) el respeto al Estado Constitucional de Derecho; b) el fomento de la participación política de los ciudadanos a través del sufragio universal y de otros métodos de intervención en la vida pública; c) la promoción del respeto irrestricto a las libertades fundamentales –de asociación, expresión, prensa y opinión, entre otras–, los derechos humanos y el principio de igualdad ante la ley; d) la rendición de cuentas de los gobernantes en virtud del principio de transparencia; e) la presencia de un sistema de pesos y contrapesos institucionales que ayudan a prevenir el abuso de poder y el autoritarismo; f) la valoración de la diversidad y el pluralismo político, religioso y cultural, así como el fomento de la tolerancia y la convivencia pacífica, respetuosa de las diferencias.
Paralelamente, debe mencionarse que la democracia enfrenta una serie de desafíos en la actualidad, tales como: a) la proliferación de noticias falsas y de campañas de desinformación que pueden influir negativamente en la opinión pública y generar distorsiones en la percepción general de la realidad; b) la difusión de discursos de odio y de expresiones discriminatorias en el internet y demás espacios públicos que atacan a grupos específicos, generalmente en situación de vulnerabilidad, y atentan contra la paz social; c) la corrupción de gobernantes y funcionarios que socava la confianza de los ciudadanos en las instituciones y propicia una disminución de la cultura de la legalidad, así como una mayor propensión a la toma de decisiones discrecionales; d) la desigualdad económica y la concentración de la riqueza que pueden dar lugar a una influencia desproporcionada de las élites en el proceso político, así como a fenómenos de descontento social que aumenten la conflictividad; e) la irrupción de figuras carismáticas que mediante la demagogia logren el convencimiento de los ciudadanos y la aceptación de medidas y políticas públicas que podrían resultar contraproducentes; finalmente, f) el desarrollo de nuevas tecnologías de vigilancia que pueden ser usadas por autoridades públicas o entidades privadas con fines que atenten en contra del derecho a la privacidad y de las libertades individuales.
21 de septiembre. Día Internacional de la Paz
En este año, el tema elegido para esta conmemoración es “Acciones para la paz: nuestra ambición para los #ObjetivosMundiales”, con el que se busca hacer referencia al vínculo estrecho que existe entre el fomento de la paz y la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030, pues sin una resolución pacífica de los conflictos, las probabilidades de alcanzar aquellas metas globales son menores.
Tal y como nos lo demuestran a diario las noticias sobre la guerra en Ucrania, los conflictos armados tienen efectos atroces, generan devastación, pobreza, hambre, desplazamiento forzado, además de que con frecuencia van acompañados de ejecuciones extrajudiciales, violencia sexual en contra de las mujeres, abuso y maltrato infantil, entre otras múltiples violaciones graves a los derechos humanos y crímenes de lesa humanidad.
Ahora que las potencias mundiales y otros países han aumentado su gasto militar, que la militarización avanza en países como México, o que se producen golpes de estado dirigidos por facciones de ejércitos como en diversos países africanos, es urgente hacer un llamado universal a la paz, detener el militarismo, promover el desarme, así como retomar los causes diplomáticos para la resolución de los conflictos.
23 de septiembre. Día Internacional de las Lenguas de Señas
Esa conmemoración se estableció en 2017 y la fecha se eligió porque la Federación Mundial de Sordos se estableció el 23 de septiembre de 1951. Las lenguas de señas son lenguajes visuales-gestuales que utlizan las manos y las expresiones faciales para comunicarse. Como tal, son idiomas plenamente desarrollados que cuentan con su propio vocabulario, gramática y sintaxis.
Algunos de los objetivos de esta efeméride son: 1) promover la conciencia en torno a la importancia de la lengua de señas como una herramienta social extraordinaria para la inclusión de las personas sordas; 2) defender los derechos de las personas sordas, en particular su acceso a la educación, la salud y a la participación plena en la sociedad; 3) fomentar la inclusión de las personas sordas en todos los ámbitos sociales, incluido el empleo y la participación política y cultural; 4) apoyar la investigación y el desarrollo tecnológico que facilite la comunicación y la accesibilidad para las personas sordas.
28 de septiembre. Día Internacional del Derecho de Acceso a la
Información
Esta fecha fue
establecida por la UNESCO en 2015 con el objetivo de resaltar la importancia
del acceso a la información como un derecho fundamental y promover la transparencia,
la rendición de cuentas y la participación ciudadana en la toma de decisiones.
El acceso a la información se considera un pilar fundamental para el
funcionamiento de las sociedades democráticas, pues permite a los ciudadanos
participar en la vida pública de manera informada, establecer controles a sus
gobiernos e instituciones, así como ejercer sus derechos de manera efectiva.
Además, el acceso a la información es esencial para el desarrollo sostenible,
la lucha contra la corrupción y la protección de los derechos humanos.
[1] UNESCO, “Día Internacional de la Alfabetización 2023. Promoción de la alfabetización para un mundo en transición: Sentar las bases para sociedades sostenibles y pacíficas”, disponible en: https://www.unesco.org/sites/default/files/medias/fichiers/2023/08/ild-2023-cn-es_1.pdf