Cuando Preciosa el panderete toca…

Cuando Preciosa el panderete toca

y hiere el dulce son los aires vanos,

perlas son que derrama con las manos;

flores son que despide de la boca.

Suspensa el alma, y la cordura loca,

queda a los dulces actos sobrehumanos,

que, de limpios, de honestos y de sanos,

su fama al cielo levantado toca.

Colgadas del menor de sus cabellos

mil almas lleva, y a sus plantas tiene

Amor rendidas una y otra flecha.

Ciega y alumbra con sus soles bellos,

su imperio Amor por ellos le mantiene,

y aún más grandezas de su ser sospecha.

 

 

Miguel de Cervantes Saavedra