Heroísmos

Desobedecer órdenes, salvaguardar vidas

“Desobedecer las órdenes de los superiores cuando de lo que se trata es de salvaguardar las vidas de civiles inocentes”, es un axioma que debería ser parte del código de ética de todo efectivo militar que se encuentre en un conflicto bélico operando sobre el terreno. Lamentablemente no siempre es así y en muchas ocasiones la tropa ha tenido que perpetrar actos abominables por mandato de los oficiales.

Sin embargo, también hubo casos en que el subalterno desacató y, más aún, protegió a los civiles y denunció las atrocidades cometidas. Esto fue lo que ocurrió con Hugh Thompson Jr., oficial piloto de helicóptero de la Fuerza Aérea del Ejército de los Estados Unidos de América, quien participó en la Guerra de Vietnam y actuó para detener la Masacre de Mỹ Lai, uno de los episodios más infames protagonizado por el ejército estadunidense.

La Masacre de Mỹ Lai ocurrió el 16 de marzo de 1968, cuando más de 500 civiles inocentes, campesinos desarmados, incluidos niños, mujeres y ancianos, fueron asesinados de forma brutal por la “Compañía Charlie”, batallón bajo las órdenes del Capitán Ernst Medina. Según señaló un testimonio, el capitán indicó: “Todos son Vietcongs, así que vayan y mátenlos”. Una vez recibida esa orden, los asesinatos comenzaron de manera sistemática e indiscriminada. Aldeanos arrodillados e inermes recibieron un disparo en la cabeza, mujeres fueron violadas y nunca hubo resistencia, pues no había fuerzas beligerantes enemigas en esa villa.

En ese contexto, Hugh Thompson sobrevolaba la zona con su helicóptero y al darse cuenta de la gran cantidad de cadáveres y de la presencia de gente perseguida por los militares de su ejército, decidió aterrizar a toda prisa. Según sus propias palabras, al darse cuanta de que “nuestros muchachos eran los asesinos”, Thompson decidió enfrentar a sus compañeros de armas y ordenó a su tripulación disparar al pelotón si trataba de matar civiles. Rescató tantos como pudo. Al regresar al cuartel, reportó la situación a sus superiores, quienes ordenaron detener la masacre. Una vez hecho esto, recargó gasolina a su helicóptero y volvió a la villa para asegurarse de que los heridos y sobrevivientes fueran evacuados.

Los mandos del ejército procuraron encubrir los sucesos, falsificando los reportes y mintiendo flagrantemente. Solo investigaciones posteriores pudieron dar cuenta de los acontecimientos. El periodista Seymour Hersch recibió las acusaciones hechas ante el Congreso de Estados Unidos y reveló al público la masacre. Como resultado de las investigaciones, el Coronel William Caley fue enjuiciado y condenado a cadena perpetua. Sin embargo, fue el único de los 26 acusados en recibir un castigo. En contraste, la figura de Hugh Thompson ha quedado plasmada en la historia como ejemplo de integridad moral y valor para detener una injusticia. A pesar de críticas y represalias, hoy es reconocido y respetado de forma unánime por el público estadunidense y de todo el mundo.

Fuente:
Alonso Martínez, “Masacre de Mỹ Lai: a 55 años de uno de los episodios más trágicos de la Guerra de Vietnam”, El País, 17 de marzo de 2023, disponible en: https://elpais.com/internacional/2023-03-17/masacre-de-my-lai-a-55-anos-de-uno-de-los-episodios-mas-tragicos-de-la-guerra-de-vietnam.html (última consulta: 30/8/23).