Humor

Un hombre alto y fuerte entra a la cantina con cara de enojo y grita: —¡?Quién es Pepe?!

            Un hombre pequeño se adelanta y le dice retador: —¡Yo soy Pepe!

            El grandulón da una golpiza tremenda al hombrecito, lo deja tirado, y desaparece.

            El chaparrito se levanta trabajosamente y les dice a todos sonriendo débilmente: —Engañé a ese tonto; yo no soy Pepe.

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