Unos cuarenta y cinco millones de personas en África, el equivalente aproximado a la totalidad de la población de Argentina, se enfrentan a una situación de grave inseguridad alimentaria debido a las reiteradas sequías, las inundaciones generalizadas y el desorden económico, según advirtió este jueves el Programa Mundial de Alimentos.
La mayoría de los afectados son mujeres y niños de los dieciséis países que componen la Comunidad de Desarrollo de África Austral*, compuesta por naciones localizadas mayoritariamente en el sur de ese continente.
Una crisis alimentaria que la directora regional del Programa para el sur de África, Lola Castro, destacó que es de una magnitud “no vista hasta ahora” y de la que hay evidencias de “que va a empeorar”.
“La temporada anual de ciclones ha comenzado, y simplemente no podemos permitirnos una repetición de la devastación causada por las tormentas sin precedentes del año pasado”, advirtió.
Castro priorizó en primer lugar el apoyo inmediato a los millones de afectados, pero no se olvidó de que “es absolutamente esencial aumentar la capacidad de resistencia de los muchos más amenazados por las sequías y tormentas cada vez más frecuentes y destructivas”.
Asimismo, mientras se intensifica la temporada conocida como el periodo de carestía, previa a la cosecha anual de cereales en abril y mayo, es esencial que la comunidad internacional incremente la ayuda de emergencia, tanto para los millones de afectados en el sur del continente africano, como de las inversiones a largo plazo que permitan soportar el impacto de las consecuencias del cambio climático.
Cabe destacar que este grupo de naciones se enfrenta a aumentos de temperaturas que crecen el doble de la media mundial y que la producción de la mayoría de los alimentos está en manos de agricultores de subsistencia que dependen de las lluvias, un fenómeno cada vez más incierto.
“En los últimos cinco años, el sur de África solo tuvo una temporada de cultivo normal. En muchos lugares, las lluvias de esta temporada volvieron a llegar tarde, y los expertos pronostican que el clima seguirá siendo caluroso y seco en los próximos meses, lo que presagia otra mala cosecha”.
¿Qué hace el PMA ante esta situación?
Durante el período de carestía, el PMA prevé prestar ayuda humanitaria en ocho países – Zimbabwe, Zambia, Mozambique, Madagascar, Namibia, Lesotho, Eswatini y Malawi- a los 8,3 millones de personas que están en situación de crisis o emergencia alimentaria.
Entre este grupo de naciones la que sufre mayores dificultades es Zimbabwe. El país africano sufre la peor crisis alimentaria en diez años y la mitad de su población, 7,7 millones de personas, está en situación de grave inseguridad alimentaria.
Se encuentran en similares circunstancias el 20% de la población de Zambia, el mismo número de habitantes en Lesotho y el 10% de namibios.
Aparte de los elevados índices de malnutrición, estas naciones sufren un alto crecimiento demográfico, el aumento de la desigualdad y del VIH/SIDA, junto a un aumento de los precios de los alimentos, las pérdidas de ganado y el creciente desempleo.
Esta compleja coyuntura provoca que las familias coman menos, se salten comidas, no lleven a los niños a la escuela, se vean forzados a vender posesiones valiosas y se endeuden.
Falta ayuda financiera
De los 489 millones que solicitó el Programa Mundial de Alimentos para cubrir esta crisis solo ha obtenido 205 hasta este momento, por lo que se vio obligado a recurrir a préstamos para alimentar a los afectados.
“Si no recibimos los fondos necesarios, nos veremos forzados a ayudar a menos personas entre las más necesitadas, y con menos recursos”, dijo Castro.
A su vez, añadió que esta agencia tampoco podrá “aumentar de forma adecuada las actividades a largo plazo, vitales para combatir de manera significativa la emergencia existencial que supone el cambio climático”.
*Los dieciséis países de la Comunidad de Desarrollo de África Austral son: Angola, Botswana, las Comoras, la República Democrática del Congo, Eswatini, Lesotho, Madagascar, Malawi, Mauricio, Mozambique, Namibia, Seychelles, Sudáfrica, Tanzania, Zambia y Zimbabwe.
Fuente:
https://news.un.org/es/story/2020/01/1468062
(29/01/2020)