4 de mayo de 2022
- Por otra parte, los responsables de la agencia de la ONU para la salud destacan que la aparición de nuevas variantes en Sudáfrica es un indicador de que la pandemia no ha terminado.
Aunque los casos y las muertes por COVID-19 siguen disminuyendo a nivel mundial, dos de las variantes de Ómicron siguen creciendo en América y África, dijo este miércoles el máximo responsable de la Organización Mundial de la Salud, quien resaltó la disparidad entre los beneficios que obtienen determinadas empresas y los tratamientos disponibles en los países en desarrollo.
A pesar de que las cifras de muertes semanales están en su punto más bajo desde marzo de 2020, el máximo responsable de la Organización, el doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, se mostró cauto y afirmó en rueda de prensa que estas cifras “aunque bienvenidas, no nos cuentan toda la historia”
Más variantes
Los científicos sudafricanos que identificaron la variante Ómicron a finales del año pasado han informado ahora de otras dos subvariantes de la enfermedad, la BA.4 y la BA.5, están provocando un aumento de los casos en ese país.
Aunque todavía es demasiado pronto para saber si ambas pueden causar una enfermedad más grave que otras variedades vinculadas a Omicron, los primeros datos sugieren que la mejor manera de proteger a las personas continúa siendo la vacunación, junto a la aplicación de medidas de distancia social y de salud pública de eficacia probadas.
“Esta es otra señal de que la pandemia no nos ha abandonado”, advirtió Tedros.
Solucionar los “cuellos de botella”
Tedros reiteró que la mejor manera de salvar vidas, proteger los sistemas de salud y minimizar los casos de COVID e larga duración es vacunar al menos al 70% de la población de cada país, y a la totalidad de los grupos de mayor riesgo de enfermar.
Sin embargo, indicó que, pese a que hay más vacunas disponibles, la falta de compromiso político, los problemas de capacidad operativa, las limitaciones económicas, la desinformación y las noticias, están limitando su demanda.
“Instamos a todos los países a que aborden estos cuellos de botella y protejan a sus poblaciones”, dijo el máximo responsable de la agencia.
Hay que continuar con las pruebas
“Las pruebas y la secuenciación (de muestras de COVID) son absolutamente necesarias”, continuó, y señaló que la identificación de ambas subvariantes en Sudáfrica se produjo porque esa nación continúa con “la vital secuenciación genética que muchos otros países han dejado de hacer”.
Tedros advirtió que muchos países no pueden ver la forma en que el virus está mutando, sin saber lo que les espera y que la escasa disponibilidad y los altos precios de los antivirales siguen impidiendo su acceso a los países de ingresos bajos y medios.
“Junto a la escasa inversión en materia de detección temprana, es sencillamente inaceptable que, en la peor pandemia en un siglo, los tratamientos más innovadores que podrían salvar vidas no lleguen a quienes más los necesitan”, subrayó el jefe de la Organización.
No podemos jugar con fuego
De este modo, advirtió que “estamos jugando con un fuego que nos quema”, mientras que “los fabricantes siguen obteniendo beneficios récord”.
Recordó que la agencia es partidaria de recompensar de forma justa la innovación y, aunque los socios del Acelerador ACT (un mecanismo de colaboración internacional en la lucha contra el COVID-19) están negociando la reducción de costes y el aumento de disponibilidad, subrayó: “no podemos aceptar precios que pongan los tratamientos a merced de los ricos y fuera del alcance de los pobres”.
“Esto es un fallo moral”, recalcó.
Ucrania
Tedros también informó a los periodistas que viajará a Polonia para asistir a la Conferencia Internacional de Donantes para Ucrania que se celebrará mañana en Varsovia, la capital del país.
“Los desafíos sanitarios en Ucrania se agravan a diario, especialmente en el este de Ucrania”, dijo, y señaló que la Organización ya ha verificado 186 ataques a los servicios sanitarios.
Igualmente, destacó la importancia de los corredores humanitarios y señaló que tanto la agencia como sus socios pudieron recibir y proporcionar asistencia sanitaria a decenas de civiles que huían de Mariupol.
Con relación a este enclave, instó a Rusia a que permita la salida de todos los civiles restantes de la destrozada ciudad portuaria, así como todas las demás zonas en las que corren “un gran riesgo”.
África
A continuación, abordó la situación en el Cuerno de África y el Sahel y explicó que la crisis climática, el aumento de los precios de los alimentos y su escasez amenazan con provocar hambrunas y más inseguridad.
La región padece la peor sequía de los últimos 40 años, y se calcula que 15 millones de personas sufren una grave inseguridad alimentaria en Etiopía, Kenia y Somalia, mientras que los repetidos ataques a los escasos recursos hídricos de Burkina Faso privan a los ciudadanos del acceso a la cantidad mínima de agua que necesitan para sobrevivir.
En la República Democrática del Congo destacó que la agencia continúa apoyando la vacunación por un brote de ébola.
“La OMS responde a una gran variedad de desafíos en todo el mundo, por no hablar de nuestro trabajo al margen de las emergencias destinado a fortalecer los sistemas de salud y favorecer las condiciones en las que la gente puede vivir una vida saludable”, dijo Tedros, quien recordó que “todo este trabajo cuesta dinero”.
El lavado de manos previene un 70% de infecciones
En vísperas del Día Mundial del Lavado de Manos y del Día Internacional de la Matrona, Tedros anunció que la agencia presentará su primer Informe Mundial sobre la Prevención y el Control de las Infecciones.
“El simple acto de limpiarse las manos puede salvar vidas, especialmente en los centros sanitarios, donde los pacientes vulnerables están expuestos a infecciones”, recordó.
Afirmó que un 70% de las infecciones pueden prevenirse si se sigue una buena limpieza de, una costumbre que “puede suponer la diferencia entre la vida y la muerte, para usted y para los demás”, junto a otras “prácticas económicas”.
Fuente:
https://news.un.org/es/story/2022/05/1508142
(25/05/22)