El Protocolo parte de dos derechos transversales, el derecho al libre desarrollo de la personalidad y el derecho a la igualdad y a la no discriminación.
Es un documento más, el sexto de la serie —”Protocolos de actuación para quienes imparten justicia”—, que se suma al esfuerzo de promover el acceso a la justicia de las personas en situación de mayor vulnerabilidad.
Este Protocolo, elaborado por la Suprema Corte con la colaboración de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, es un documento de apoyo que busca promover el acceso a la justicia de las personas lesbianas, gays, trans, bisexuales e intersex (LGTBI) y generar precedentes judiciales que protejan sus derechos humanos en torno a casos que involucren la orientación sexual o identidad de género.
Responde al mandato constitucional y convencional de proteger y garantizar tanto el derecho a la igualdad y a la no discriminación, como el derecho que todos tenemos a desarrollar libremente nuestra personalidad. El Protocolo:
Explica las diferencias entre “sexo” y “género”, así como entre “orientación sexual” e “identidad de género”.
Recuerda al lector una serie de instancias que representan claros estereotipos y prejuicios que, históricamente, han nutrido la comprensión social acerca de las personas que pertenecen a la comunidad LGTBI y que prefiguran el trato discriminatorio, excluyente, hostil y violento que este segmento de la sociedad ha recibido.
Expone las bases normativas por las que esa animadversión infundada, no debe permitirse.
Acceda a la “hoja de datos” y conozca más de este Protocolo, que ponemos a su disposición para su consulta:
https://www.scjn.gob.mx/saladeprensa/Documents/Boletin/2014/PDFs/hojadatosProtocolo.pdf