Primera Sala confirma la concesión de un amparo relacionado con la reparación del daño en favor de un menor víctima de los hechos ocurridos en la “Guardería ABC”

Comunicado No. 075/2021
Ciudad de México, a 25 de marzo de 2021

La Suprema Corte de Justicia de la Nación, en sesión remota de Primera Sala, confirmó el otorgamiento de un amparo relacionado con la reparación del daño en favor de un menor y su núcleo familiar, en su calidad de víctimas de los lamentables hechos ocurridos en la “Guardería ABC”, el cinco de junio de dos mil nueve, en Hermosillo, Sonora.

La protección constitucional se otorgó respecto de una resolución de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas, en relación con diversas medidas establecidas para la reparación integral del daño provocado por las violaciones a derechos humanos cometidas contra un menor de edad que resultó lesionado, así como a su núcleo familiar.

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Un año

Por Luis de la Barreda Solórzano
11 de marzo de 2021

  • El coronavirus ha dejado daños permanentes y severos en muchas de sus presas. Les ha afectado los pulmones, los riñones, el estómago, el corazón, la vista, los genitales o el sueño. No sólo: también ha vulnerado la confianza y el optimismo de las víctimas al mostrarles con toda crudeza su extrema fragilidad, la delgadez del hilo del que pende la vida.

Hoy se cumple exactamente un año de que la Organización Mundial de la Salud calificó el brote de covid-19, por la cantidad de contagios y de países involucrados, como pandemia.

Desde la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), la humanidad en su conjunto no enfrentaba un problema tan grave. La cifra de muertos es escalofriante: más de dos millones seiscientas mil vidas ha segado el nuevo coronavirus, según las estadísticas oficiales. Pero el número es mayor: no hay país que no tenga subregistro, pues no todos los fallecidos han sido diagnosticados. Solamente en nuestro país, tomando en cuenta el exceso de muertes de 2020 en relación con el año anterior, la cantidad de muertos ronda el medio millón. El luto ensombrece muchos hogares y muchos corazones. El virus se ha llevado a padres, hijos, cónyuges, hermanos, amigos, novias, novios.

De quienes han logrado superar la enfermedad, un segmento no insignificante ha quedado con secuelas graves en la salud y en el alma. El coronavirus ha dejado daños permanentes y severos en muchas de sus presas. Les ha afectado los pulmones, los riñones, el estómago, el corazón, la vista, los genitales o el sueño. No sólo: también ha vulnerado la confianza y el optimismo de las víctimas al mostrarles con toda crudeza su extrema fragilidad, la delgadez del hilo del que pende la vida, la indefensión ante ciertos ataques arteros de una enfermedad.

Y la angustia nos ha hecho compañía no sólo por el temor al contagio, sino por saber que las camas y los respiradores con que se cuenta para atender a los enfermos resultan insuficientes. Son desgarradores los relatos de los familiares de contagiados que recibieron en el hospital la respuesta de que no había sitio para un paciente más. Aunque no lo hayamos sufrido, podemos imaginar la sensación de irrealidad y sinrazón al recibir esa respuesta en el sitio en donde radicaban las esperanzas de que el ser querido fuera salvado de la muerte. Podemos imaginar la zozobra, la desesperación mientras se buscaba otra opción sin la certeza de que podría encontrarse.

Y el encierro, la fatiga indecible de las horas de confinamiento, la prisión domiciliaria, la ansiedad de paseos imposibles, la renuncia a encontrarse con alguien a quien se ama, se extraña, se añora. La sana distancia que nos veda el beso, el abrazo, el apretón de manos que tanta falta hacen. La renuncia al mundo en el que habíamos vivido siempre sin la sospecha de que podía esfumarse: adiós a los restaurantes, los bares, los cafés, los cines, los teatros, las librerías, las iglesias, los gimnasios, las piscinas, las reuniones con amigos. Y los niños sin poder jugar con los de su edad, sin salir a tomar el aire, a correr, sin ir a la escuela en la que no sólo se adquieren conocimientos impartidos por los profesores sino se aprende a socializar, a humanizarse.

Y las noticias diarias sobre el número de contagios y de muertos, y sobre los contagios o la muerte de conocidos. El café del desayuno más amargo aún porque no se puede, salvo que se tenga corazón de piedra, recibir esas noticias sin que el ánimo decaiga, sin que el alma sienta el retortijón de la pesadumbre, la turbiedad de una pesadilla que parecía interminable. Y la indignación al pensar que muchas de las muertes pudieron evitarse si nuestras autoridades no hubiesen actuado con tan descomunal negligencia, si hubiesen atendido desde el primer momento las recomendaciones de los especialistas.

Y, sin embargo, ya se ve la luz al final del túnel. Las pestes de siglos pasados fueron más mortíferas y duraderas. No se sabía cómo combatirlas o los antídotos tardaban mucho en descubrirse o estar listos. Ahora, en cambio, las vacunas se han fabricado en menos de un año y han empezado a aplicarse. Nada devolverá la vida a los muertos, pero la tasa de fallecimientos empezará a decrecer progresivamente. Volveremos a presencias, sitios y actividades que hoy echamos de menos y que hacen falta para darle más sabor y más color a la vida. La noche nunca es eterna.

Hemos aprendido que nada de lo que gozamos está asegurado y que todo puede desvanecerse si nos descuidamos o si la suerte nos da la espalda, y ese aprendizaje nos hará disfrutar más de todas esas cosas que hacen que vivir sea maravilloso.

Fuente:
https://www.excelsior.com.mx/opinion/luis-de-la-barreda-solorzano/un-ano/1437218
(26/03/21)

Heroísmos

Vocación de servicio

El descubrimiento de una vocación de servir a los demás puede llegar en diversas edades y de muy diversas formas. En su caso, la protección de las personas se volvió su prioridad al terminar su licenciatura. En su natal Salvador se hizo oficial de policía y llegó a ocupar puestos directivos. Abrió brecha para que otras mujeres, igual que ella, preocupadas por la seguridad pública, incursionaran en el ámbito de las corporaciones policíacas.

Sin duda, no la tuvo fácil. Las estructuras de seguridad de El Salvador, al igual que la de buena cantidad de estados nación modernos, son profundamente patriarcales y están copadas de varones. No obstante, ella prosiguió en su empeño y, años después, encontró la oportunidad de salir de su país para viajar a otro y allí aportar su experiencia. Así fue que llegó a Sudan del Sur portando sobre sus hombros un casco azul.

Ella es Martina de María Sandoval Linares, es madre de una niña de ocho años e inspectora adjunta de la Misión de Naciones Unidas desplegada en Sudan del Sur. Su ejemplo inspira a su hija y a más niñas, adolescentes y mujeres, a continuar incursionando en todos los ámbitos de la sociedad para continuar construyendo la equidad de género.

Fuente:
https://news.un.org/es/interview/2021/03/1489062
(26/03/21)

Insólito

Todo lo que puede venderse

El portal de tecnología, ciencia y cultura digital Gizmodo reportó, el pasado lunes 22 de marzo, una venta inusitada. Jack Dorsey, uno de los co-fundadores de twitter, vendió el primer tweet de la historia en formato NFT y bajo la modalidad de subasta, lo que le permitió alcanzar el valor de tres millones de dólares. Leyó usted bien, el primer tweet de la historia fue vendido en tres millones de dólares.

El citado texto electrónico fue emitido el 21 de marzo de 2006 y reza “just setting up my twttr” (“aquí configurando mi twitter”), en lo que puede considerarse uno de los hitos de la historia de la digitalización de la vida mediante las redes sociales. Su emisión marca el inicio de una nueva era con muchos cambios en tan solo quince años.

Pero ¿qué son los NFT? Son los certificados de autenticidad que se otorgan a toda clase de obras digitales que entonces pasan a ser consideradas únicas. Esto se garantiza con el uso de un código encriptado bajo el proceso de “bloqued chains” o cadenas en bloque. Igualmente, las transacciones se realizan mediante las llamadas criptomonedas, como el bitcoin, que circulan en internet.

En suma, los mercados virtuales se expanden y deparan “grandes aventuras”, entre oportunidades y crisis, a los nativos digitales y a los sistemas económicos mundiales del siglo XXI. El rumbo aún es incierto, pero algo es seguro: todo puede venderse.

Escrito con información de:
https://es.gizmodo.com/el-fundador-de-twitter-vende-el-primer-tweet-en-la-hist-1846531009
(26/03/21)

Curiosidades asociadas al número 98

98 número decimal (arábico), convertido a número romano es XCVIII.
98 es el número atómico del “Californio”, elemento químico representado por el símbolo Cf.
98 °C (208°F) es el punto de fusión del sodio (Na), elemento componente de la sal de mesa.
98 días es el período orbital del exoplaneta PSR 1257 12d, ubicado en la constelación de Virgo, a una distancia de 2315 años luz del sistema solar.
98 año gregoriano, equivale al año 641 del calendario budista, pues este último es más antiguo.
98 en lenguaje de señas es:

Destellos

“La vida debe ser comprendida hacia atrás, pero vivida hacia adelante”.

Soren Kierkegaard


“El ser humano está condenado a ser libre”.

Jean-Paul Sartre


“Aferrarse a la vida es como beber veneno y esperar a que la otra persona muera”.

Buda


“Si no creemos en la libertad de expresión de aquellas personas que despreciamos, entonces no creemos en ella en absoluto”.

Noam Chomsky


“Al final, no os preguntarán qué habéis sabido, si no qué habéis hecho”.

Jean de Gerson


“Si el amor no sabe dar y recibir sin restricciones, no es amor, sino una transacción que nunca deja de insistir en más o menos”.

Emma Goldman

Humor

– ¿Cuál es el animal más viejo del mundo?
– La vaca porque aún se ve en blanco y negro.

***

– ¿Qué le pide el gato al mecánico?
– Miau-to

***

– ¿Qué le dice un gusano a otro gusano?
– Me voy a dar una vuelta a la manzana.

***

– A ver Jaimito, dime una palabra que tenga cinco veces la letra i.
– Profesora, eso es dificilísimo.
– Muy bien Jaimito, muy bien.

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Dos camellos caminando por el desierto se encuentran un rollo de película enterrado en la arena. Uno de los camellos comienza a comerlo con mucha ansiedad; cuando termina, el otro le pregunta:
– ¿Qué tal la película?
A lo que el otro camello contesta:
– Bueno, si te digo la verdad, me gustó más el libro…