Por Luis de la Barreda Solórzano
1 de diciembre de 2022
Siglo XXI Editores
canceló la presentación en la Feria Internacional del Libro (FIL) de
Guadalajara de Cuando lo trans no es transgresor, de Laura Lecuona, que estaba
prevista para el pasado lunes 28 de noviembre. El motivo fue que el anuncio de
que ese libro sería presentado suscitó no sólo protestas, sino incluso amenazas
tales como que se prendería fuego al stand de la editorial, y que los
descontentos asistirían armados de bates con clavos, quemarían ejemplares e
incluso ¡le dispararían a la autora!
El Colectivo
DiversoUdeG publicó un comunicado en el que reconoce que la FIL es “un lugar
donde las ideas se debaten y los diálogos se abren, donde la libertad de
expresión encuentra un santuario”, pero advierte que “este derecho tiene un
límite y ese límite es cuando lo que expresamos constituye un discurso de odio
y daña la dignidad de las personas”. Cosas veredes. La comunidad LGBTQ+ ha sido
discriminada, humillada y perseguida. En muchos lugares del mundo se sigue
castigando penalmente a sus integrantes, incluso en algunos países con la pena
de muerte. Es una cruel ironía que ahora sea un segmento de esa comunidad el
que se ha vuelto persecutor.
En una sociedad
democrática las ideas se combaten con ideas, con argumentos, con refutaciones,
no con amenazas ni con censura. Hay individuos y grupos que en realidad no son
partidarios de la libertad de expresión, a la que atacan cuando quien la ejerce
no piensa como ellos. ¡Qué paradójico que quienes se abstienen de condenar que
se conmine la divulgación de un ensayo con quema de stand y de libros,
agresiones físicas y aun disparos contra la autora acusen discurso de odio en
una obra que no ha sido publicada, como si tales advertencias fueran discurso
de concordia y tolerancia! Nada se utiliza de manera más tramposa y sectaria
que la acusación de discurso de odio, el cual frecuentemente es atribuido por
determinados individuos o grupos a quienes critican sus ideas, en tanto que sus
críticas a las ideas de sus adversarios son, en cambio, justificada
desaprobación.
Recientemente, la
editorial mexicana Almadía canceló los contratos que tenía con la escritora
colombiana Carolina Sanín, por lo que no publicará sus obras Somos luces
abismales y Tu cruz en el cielo desierto. La razón es el cuestionamiento que la
escritora ha hecho a lo que llama el dogma de género y al transactivismo.
“Firmaron el contrato e incluso pagaron el anticipo, de modo que nada tiene que
ver con el contenido de los libros. Se trata de la cancelación de la persona”,
señala la novelista.
Carolina Sanín ha
abordado en varios textos las tensiones entre el transactivismo y el feminismo,
aclarando que su motivación no es quejarse, sino explicar sus intuiciones y
preguntas. Sostiene que no tiene fobia alguna contra las personas trans, pero
que la imposición de una ideología sumada a la intimidación de la muchedumbre
es propia de los fanatismos.
No hace mucho se
acusó de transfobia y se anatematizó a J. K. Rowling, nada menos que la
creadora de Harry Potter, a quien, a pesar de que expresó que respeta el
derecho de las personas trans de vivir de cualquier manera que sientan como
auténtica y cómoda, no se le perdona en círculos del activismo trans que haya
expresado las obviedades de que a las mujeres debe llamárseles mujeres y no
“personas menstruantes” y que el sexo biológico es real y no una ilusión.
Rechazar opiniones,
conductas, ideologías, doctrinas o militancias no es incurrir en discurso de
odio. Lo es animar a agredir, discriminar o humillar a determinadas personas
(homosexuales, transexuales, judíos, mujeres, musulmanes, pobres, ricos,
aspiracionistas y un larguísimo etcétera). Hay ideas detestables, pero, desde
luego, toda persona debe ser respetada.
Pero el chantaje
tuvo éxito, no sólo por lograr que se cancelara la presentación de Cuando lo
trans no es transgresor. Siglo XXI decidió posponer ad infinitum su
publicación, por lo que Laura Lecuona acordó con la editorial que el libro ya
no se publicase bajo su sello y hará una edición de autora. Los ejemplares
podrán solicitarse al correo disentirnoesodio@gmail.com. Inaudito e indignante:
triunfó el fanatismo, el bullying, la neoinquisición. Y seguirá triunfando si
no hay quienes los enfrenten con la valentía y el coraje con que lo ha hecho
Laura.
Fuente:
https://www.excelsior.com.mx/opinion/luis-de-la-barreda-solorzano/discursos-de-odio/1555954
(1/12/22)