Los premios Nobel 2024: Rosalind Lee y el síndrome de María Laurent

Gabriela Frías Villegas*
 Alejandro Heredia Barbero**

Palabras clave: premios Nobel, inequidad de género, mujeres en la ciencia, María Laurent

Como cada año, las y los fans de la ciencia esperábamos con ansia el anuncio de los premios Nobel en las áreas de Física, Química, Economía y Fisiología o Medicina. Como la página de dichos galardones indica (About the Nobel Prize, 2024), estos se otorgan a aquellas personas que hayan llevado a cabo investigaciones, descubrimiento o contribuciones notables a la humanidad.

Aunque los premios Nobel gozan de gran prestigio, en los últimos años han sido motivo de fuertes controversias, pues la gran mayoría de las personas galardonadas son hombres, es decir, los premios Nobel carecen de diversidad de género. Al respecto, en un artículo titulado “Cómo ganar un premio Nobel”, publicado en la prestigiosa revista Nature, Kerri Smith y Chris Ryan escribieron: “los datos sugieren que si quieres tener mayores probabilidades de ganar un premio Nobel, debes identificarte como hombre” (Kerri Smith & Chrys Ryan, 2024). Desde 1901, cuando se dieron los primeros premios Nobel, se ha otorgado el galardón a 900 personas de las cuales solo 48 eran mujeres. Entre ellas, solamente 5 mujeres han ganado en el área de Física, 7 en el área de Química, 12 en Fisiología o Medicina y 3 en Economía. La única mujer que ha ganado dos premios Nobel fue Marie Curie, quien obtuvo el premio de Física en 1903 y el de Química en 1911.

En 2024, el tema de la falta de diversidad entre las personas que obtuvieron el galardón en las áreas científicas fue más evidente, pues no se premió a ninguna mujer. Cuando se excluye a las mujeres de las posiciones de poder o de los premios en las áreas científicas, suele usarse como pretexto para la falta de diversidad el que hay pocas mujeres en ciertas áreas del conocimiento como la física y las matemáticas. No obstante, la cantidad de mujeres que trabajan en dichas áreas ha crecido en los últimos años y, aun así, no se ve un crecimiento en el número de mujeres premiadas.

El Premio Nobel de Fisiología o Medicina y el “síndrome de María Laurent”

En este año fue particularmente controversial el caso del premio Nobel de Fisiología o Medicina, que compartieron dos hombres: Victor Ambros and Gary Ruvkun, “por el descubrimiento de microARN y su papel en la regulación génica post-transcripcional”.

La información que contienen nuestros cromosomas es como un manual de instrucciones para todas las células de nuestro cuerpo. Cada célula de nuestro cuerpo contiene el mismo conjunto de genes y las mismas instrucciones. Sin embargo, diferentes tipos de células, como las células musculares y las neuronas, tienen características muy distintas. ¿Cómo surgen estas diferencias? La respuesta está en la regulación genética, que permite a cada célula seleccionar solo las instrucciones relevantes. Esto asegura que solo el conjunto correcto de genes esté activo en cada tipo de célula.

Los galardonados de este año investigaron el modo en que se desarrollan los diferentes tipos de células. Así, descubrieron el microARN (Microácido ribonucléico), una nueva clase de pequeñas moléculas de ARN que desempeñan un papel crucial en la regulación genética. Así, su descubrimiento reveló un principio completamente nuevo de regulación genética que resultó ser esencial para los organismos multicelulares, incluidos los seres humanos.

Desde luego, los dos investigadores que llevaron a cabo los trabajos mencionados anteriormente se merecen un gran reconocimiento. Sin embargo, también hubo una mujer que merecía el premio Nobel, pero que no lo recibió. Se trata de la investigadora Rosalind Lee, esposa de Victor Ambros, quien fue la primera autora del artículo “Célula”, que fue crucial para que su esposo ganara el premio (Domínguez, 2024). La falta de reconocimiento a Lee ha levantado una ola de críticas por la oportunidad que se desperdició para darle el premio Nobel a una mujer brillante. Más aún, la Fundación Nobel publicó en la red social X una imagen de Ambros con Lee, celebrando el premio del primero, que también merecía la segunda.

Este caso nos recuerda aquel de María Laurent, esposa y colaboradora invisible de Luis Pasteur, que trabajaba a la par de él en sus experimentos y que era coautora de todos sus trabajos. Al igual que Lee, en la imagen publicada en X por la fundación Nobel, Laurent celebraba los triunfos de su pareja, sin obtener galardones por su labor, y sin exigir ningún tipo de reconocimiento por su trabajo. Al fenómeno por el cual las mujeres científicas aceptan que a su pareja sea al único al que se reconozca por el trabajo conjunto, le hemos llamado “El síndrome de María Laurent”. Nos parece indignante que en pleno siglo XXI todavía existan premios como los Nobel que excluyen a la mitad de la población de nuestro planeta. Las mujeres y los hombres tenemos las mismas capacidades y debemos tener las mismas oportunidades. Además, debe haber una representación igual de hombres y mujeres en todas las esferas de nuestra vida.


* Investigadora del Programa Universitario de Derechos Humanos de la UNAM.

** Investigador del Instituto de Ciencias Nucleares de la UNAM.